Efecto de la compresión renal causada por grasa visceral

La compresión renal causada por grasa visceral se refiere a la presión ejercida sobre los riñones debido a la acumulación de grasa alrededor de la cavidad abdominal. La grasa visceral se encuentra alrededor de los órganos internos en la cavidad abdominal, incluidos los riñones. Cuando hay un exceso de grasa visceral, puede comprimir los órganos cercanos, incluidos los riñones, lo que potencialmente puede tener efectos negativos en la función renal.

El aumento de la grasa visceral y retroperitoneal aumenta la presión arterial al comprimir físicamente los riñones. Así, el exceso de acumulación de grasa en y alrededor de los riñones se asocia con un aumento de la presión intrarrenal, natriuresis por presión alterada e hipertensión (Hall, et, al., 2014). La adiposidad excesiva eleva la presión arterial y representa el 65-75% de la hipertensión primaria, que es un factor importante de enfermedades cardiovasculares y renales (Hall, et, al., 2019). En individuos con obesidad visceral, la presión intra abdominal aumenta en proporción al diámetro sagital, alcanzando niveles tan altos como 35-40 mmHg (Sugerman, et, al., 1997; Hall, et, al., 2014; Hall, et, al., 2019). Estas altas presiones comprimen las venas renales, los vasos linfáticos, los uréteres y el parénquima renal.

Existen estudios en animales de experimentación como perros y conejos que demuestran que la grasa retroperitoneal con frecuencia se encapsula en el riñón, adhiriéndose firmemente a la cápsula renal, invadiendo los senos renales, provocando una compresión adicional y un aumento de las presiones intrarrenales (Hall, et, al,. 2002). El grupo de Chandra, et, al., (2014) encontró en un estudio de cohorte, que la obesidad visceral, especialmente la grasa retroperitoneal, se correlacionaron de manera única con la hipertensión incidente. Mientras que el grupo de Chughtai, et, al., (2010) reportó que la grasa del seno renal se asocia con la hipertensión. Además de comprimir los riñones, la grasa retroperitoneal y la de los senos renales puede causar inflamación y expansión de la matriz extracelular medular renal que podría deteriorar aún más la función renal (Hall, et, al., 2021).

Es importante destacar que la relación entre la grasa visceral y la función renal es compleja y multifactorial. No todas las personas con grasa visceral experimentarán problemas renales, y otros factores como la genética, la dieta, el estilo de vida y la presencia de otras condiciones médicas también desempeñan un papel importante. La pérdida de peso, especialmente la reducción de la grasa abdominal, a menudo se asocia con mejoras en la salud renal y otros aspectos de la salud cardiovascular. Sin embargo, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud para obtener una evaluación más precisa y personalizada de la situación.

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