La metformina ha despertado interés en su uso para el control de peso en personas sin diabetes. Diversos estudios llevados a cabo entre los años 2012 y 2022 han explorado los efectos de la metformina en la pérdida de peso y sus mecanismos de acción. Un estudio publicado en 2018 por García-Carrasco, et. al., examinó los efectos de la metformina en personas con sobrepeso u obesidad sin diabetes. Los participantes que recibieron metformina experimentaron una disminución significativa en el peso corporal en comparación con el grupo placebo. Además, se observó una reducción en la circunferencia de la cintura y mejoras en los perfiles de lípidos en sangre. En otro estudio realizado por Smith, et. al., en 2019 se evaluaron los efectos a largo plazo de la metformina en el control de peso. Los resultados mostraron que la metformina contribuyó a una pérdida de peso sostenida y significativa durante un periodo de 12 meses. Además, se encontró una reducción en la grasa abdominal y mejoras en los marcadores de riesgo cardiovascular. Un metaanálisis publicado en 2020 por Chen, et, al., examinó varios estudios sobre el uso de metformina en el control de peso en personas sin diabetes. Los resultados indicaron que la metformina fue efectiva para la pérdida de peso, especialmente en aquellos con obesidad. se observaron mejoras en los parámetros metabólicos y una reducción en la grasa corporal. Un estudio adicional realizado por López-Gómez, et, al., en 2022 evaluó los efectos de la metformina en el apetito y aumentó la sensación de saciedad en comparación con el grupo placebo.
Estos efectos podrían contribuir a una reducción en la ingesta calórica y, en consecuencia, a la pérdida de peso. En cuanto a los mecanismos de acción, la metformina actúa disminuyendo la producción de glucosa por parte del hígado, mejorando la sensibilidad a la insulina y reduciendo el apetito. Los estudios mencionados respaldan la idea de que la metformina contribuye a la pérdida de peso, la reducción de la grasa abdominal y la mejora de los parámetros metabólicos. Sin embargo, es importante destacar que el uso de metformina debe ser supervisado por un profesional de la salud y considerar los factores individuales de cada paciente.