Alteración de los ritmos de la presión arterial del péptido natriurético mediado por la obesidad

El sistema cardiovascular y el sistema endocrino están interconectados, y la obesidad puede afectar la regulación de la presión arterial a través de diversas vías, incluyendo la influencia sobre los péptidos natriuréticos. Los péptidos natriuréticos son hormonas que desempeñan un papel importante en la regulación del equilibrio hídrico y la presión arterial. Los dos principales péptidos natriuréticos son el péptido natriurético atrial (ANP) y el péptido natriurético tipo B (BNP).

El incremento de la reabsorción renal de sodio juega un papel importante en el inicio del aumento de la presión arterial asociado con el aumento de peso excesivo, los individuos obesos requieren una presión arterial más elevada de lo normal para lograr mantener el equilibrio de sodio, lo que indica una natriuresis de la presión renal alterada. Existen al menos tres factores principales que alteran la natriuresis de la presión renal y aumentan la presión arterial durante el incremento de peso excesivo. El primero, se debe a la compresión física de los riñones debido al aumento de la grasa visceral, retroperitoneal y de los senos renales; el segundo, determinado por la activación del Sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona (RAAS) (Renin-Angiotensin-Aldosterone System), incluida la activación de los receptores de mineralocorticoides independientes de la aldosterona y el tercero, es la activación del SNS, especialmente con el aumento de la actividad del nervio simpático renal (Hall, 1997; Januzzi & Mohebi, 2021).

Los péptidos natriuréticos derivados del corazón desempeñan un papel en la regulación metabólica. Los ratones modificados genéticamente que carecen de receptores para promover el aclaramiento del péptido natriurético tipo B presentan niveles circulantes aumentados de estos péptidos, así como un pardeamiento de los adipocitos blancos y aumento de la termogénesis en comparación con los ratones de tipo silvestre (Bordicchia, et, al., 2012; Parcha, et, al., 2021).

la obesidad puede influir en los ritmos de la presión arterial mediados por los péptidos natriuréticos a través de una variedad de mecanismos, que incluyen resistencia a la insulina, disfunción endotelial, cambios en el RAAS, inflamación y alteraciones en la composición corporal. La comprensión de estos mecanismos es crucial para abordar los riesgos cardiovasculares asociados con la obesidad y desarrollar estrategias de intervención efectivas.

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